sábado, 19 de abril de 2014

EL ESTADO MODERNO, BREVE RECORRIDO POR SU DESARROLLO TEÓRICO por Marcelo Garabedian

c. Estado de bienestar



Esta forma particular de Estado encontró un desarrollo sistemático en Europa Occidental con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial. Si bien podemos encontrar algunas acciones de política social en la Alemania de Bismark hacia finales del siglo XIX, y también como consecuencia de la crisis económica de 1929, la conformación definitiva y sistemática de esta forma estatal y su correlato político se asienta a partir de 1950, conociendo su “época de oro” durante las décadas del 50 y del 60 para llegar a una progresiva etapa de agotamiento hacia finales de la década de 1970. El Estado de bienestar keynesiano, así se lo conoce, se estructuró sobre una reconceptualización de las funciones del Estado, inspirada principalmente sobre la obra de John Maynard Keynes (1883 – 1946), economista inglés, a partir de su libro Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero, publicado en 1936.


Para sintetizar el concepto de Estado de bienestar, recurriremos al trabajo de Gloria Regonini quien lo desarrolla de la siguiente manera en el apartado sobre el “Estado de bienestar” incluido en el Diccionario de Política de N. Bobbio:


“Es necesario llegar a la Inglaterra de los años cuarenta para poder encontrar una afirmación explícita del principio fundamental del Estado de Bienestar: independientemente de sus ingresos, todos los ciudadanos – en cuanto tales – tienen el derecho a ser protegidos – con pagos en efectivo o con servicios – en situaciones de dependencia de largo plazo (vejez, invalidez) o de breve plazo (enfermedad, desempleo, maternidad). El eslogan de los laboristas ingleses de 1945 ‘la parte justa para todos’ resume con eficacia el concepto universal de las prestaciones del Estado de bienestar” (Regonini, Gloria, “Estado de bienestar”, en Bobbio, N.; N. Matteucci y G. Pasquino eds.-, ob. cit., pág. 551).

Para comprender el contexto en donde se desarrolló este tipo de Estado, debemos remarcar que existe una relación directa entre este tipo de organización y el desarrollo de un capitalismo industrial, con una amplia base de trabajadores asalariados y también con una alta tasa de sindicalización. A partir de allí, el objetivo del Estado fue siempre mantener altos niveles de ocupación, cercanos al pleno empleo, y con un alto poder  adquisitivo de la población para mantener altos niveles de productividad. Estas condiciones son indispensables para lograr una eficaz política redistributiva.


Una de las características que se resaltan, en relación con las políticas redistributivas, es la “prestación social universal” a la que están sujetos todos los habitantes. Esto puede traducirse en los siguientes términos: es con el Estado de bienestar que la población, alcanza la “ciudadanía social”, entendida ésta como la satisfacción de las necesidades básicas del individuo en lo que hace a salud, educación, servicio social, empleo, etc.


La prestación de estos servicios no es entendida en términos de beneficencia”, sino que por el contrario, es entendida en términos de “derecho político”, o sea, una conquista histórica de la ciudadanía. Las “políticas universales” tienden en definitiva a lograr cierta homogeneidad en la población, apuntando sobre todo al desarrollo armónico de la sociedad. En este sentido, el Estado de bienestar tiene como objetivo lograr una “conciliación de clases”, a través de una articulación que lo tenga como árbitro y regulador de las relaciones capital - trabajo. De esta manera, la autoridad política que deviene desde la esfera estatal y, por lo tanto, sus decisiones, deben gozar de la legitimidad necesaria por parte de todos los actores implicados en el sistema político.


A partir de estas prestaciones universales de bienes y servicios por parte del Estado, podemos hablar de otra de las características centrales de esta forma estatal: alto porcentaje del PNB (producto nacional bruto) destinado a gastos sociales. Estos recursos surgen fundamentalmente de la implementación de un sistema fiscal que grava las tasas de rentabilidad de las empresas, el sector financiero y los sectores acomodados de la sociedad, logrando de esta forma, un eficaz proceso de redistribución de las riquezas.


Finalmente, para mencionar una última gran característica de este tipo de Estado, debemos señalar que para conseguir estos niveles de igualación social y justicia redistributiva, se basa en una economía mixta. Esto quiere decir que había un fuerte componente estatal en el manejo de la economía, o sea, que las decisiones económicas están tamizadas por una decisión “política”. Estas decisiones políticas surgen del consenso y la deliberación entre los distintos sectores sociales y económicos implicados en el marco de un capitalismo nacional. Fundamentalmente nos referimos a la tríada   capital – trabajo – Estado.


A partir de esta forma de concertación de fuerte contenido político, se avanza sobre los grandes temas de la economía.


Podemos encontrar en países tales como Inglaterra, Francia, Alemania y Suecia, modelos de estados de bienestar muy extendidos y desarrollados durante el período citado. En la actualidad, algunos países como Inglaterra pasaron por un profundo ajuste estructural durante la década del 70 y del 80 que ha transformado la relación Estado - sociedad. En cambio, países como Francia y Alemania han mantenido gran parte de sus estructuras, aún a costa de profundos conflictos sociales y actualmente están en proceso de revisión y reformulación.


|Suecia y los demás países escandinavos, en cambio, aún con intentos de reformas sobre su Estado de bienestar, se mantendrían como los países que más se aproximan a su ideal.


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