b.
Karl Marx (1818–1883) y Friedrich Engels (1820–1895)
La obra de Karl Marx y Friedrich Engels es considerada
como uno de los aportes más brillantes a las ciencias sociales. Su
crítica al liberalismo y al Estado burgués aún gozan de
actualidad, es objeto de lecturas y de discusión por lo que se lo
puede valorar, al igual que a Max Weber y Antonio Gramsci, como un
clásico.
Previo al análisis del pensamiento de Marx, es necesario
contextualizar su producción teórica. Ésta es contemporánea al
surgimiento de la revolución industrial y al desarrollo del
liberalismo; su pensamiento y su acción se insertan entonces dentro
de ese marco económico social y en ese clima ideológico.
Ingresaremos en la concepción de Estado que
desarrollaron Marx y Engels a mediados del siglo XIX en El manifiesto
del Partido Comunista, más precisamente en febrero de 1848. Allí
observamos una maduración del pensamiento de Marx con respecto al
Estado, que si bien, irá perfeccionando con el transcurso del
tiempo, no variará en sus puntos más salientes. Estos puntos son:
1)
el Estado es un instrumento al servicio de la burguesía para la
explotación de la clase trabajadora. En este sentido, es un Estado
clasista.
2)
La política burguesa es ineficaz para la emancipación del
proletariado, por cuanto ella oculta las verdaderas condiciones de
explotación a la que es sometido por parte de la burguesía. Por
este motivo, toda participación en la política burguesa es una
falsa alternativa.
3)
De estas dos concepciones iniciales podemos deducir el tercer punto
del pensamiento marxista: el cambio social provendrá únicamente de
la organización autogestionada del proletariado, como sujeto
histórico, que liderará a las otras formaciones económico sociales
y tomará el Estado, por intermedio de la fuerza, para proceder
posteriormente, luego de un interregno organizativo, a su destrucción
definitiva.
En
El Manifiesto del Partido Comunista, Marx y Engels escriben lo
siguiente:
“Nuestra
época, la época de la burguesía, se distingue, sin embargo, por
haber simplificado las contradicciones de clase. Toda la sociedad va
dividiéndose, cada vez más, en dos grandes campos enemigos, en dos
grandes clases, que se enfrentan directamente: la burguesía y el
proletariado”. (Marx, K.; F. Engels, ob. cit., Buenos Aires, Nativa
libros, 1971, pág. 9)
Más adelante argumentan lo siguiente con respecto al
rol del Estado:
“La
burguesía, después del establecimiento de la gran industria y del
mercado universal, conquistó finalmente la hegemonía exclusiva de
Poder político del Estado representativo moderno. El gobierno del
Estado moderno no es más que una junta que administra los negocios
comunes de toda la burguesía” (Ob. cit., pág. 12).
Es interesante destacar las palabras que Bobbio, en Diccionario de
Política, realizaba en referencia a la visión que Marx tenía sobre
el Estado:
“Mientras
que la filosofía de la historia de los escritores precedentes hasta
Hegel procede hacia un mayor perfeccionamiento del Estado, la
filosofía de la historia de Marx procede inversamente hacia la
extinción del Estado.” (Bobbio, N., “Marxismo”, en Bobbio, N.;
N. Matteucci y G. la esfera de la producción, la estructura
económica, que es el mundo de las actividades económicas o sea el
de la sociedad civil. La segunda es la esfera de la superestructura,
que es lo que se conoce como sociedad política o Estado.
Ésta
esfera es el “edificio jurídico y político” que se levanta
sobre la estructura económica.
La finalidad de la superestructura política es velar y garantizar la
seguridad y la reproducción del sistema capitalista, ésta es su
función más importante. Si bien las formas burguesas guardan las
apariencias de imparcialidad y de instituciones “neutras”, Marx
las considera como una extensión de la dominación burguesa sobre
los sectores sociales oprimidos y explotados.
Afirmará que en las instituciones políticas de la sociedad
capitalista no puede conseguirse la igualdad política y social,
puesto que estas instituciones no resuelven y no resolverán, la
verdadera injusticia e inequidad que se da en el mundo de la
producción, en donde el trabajador se ve obligado a vender su fuerza
de trabajo a cambio de un salario que no alcanza a pagar toda la
generación de valor que éste produce.
La
sociedad capitalista ha generado por su propia naturaleza las clases
sociales. Éstas están enfrentadas, son antagónicas y sus
posiciones son irreconciliables. Una clase es la burguesía que es la
propietaria de los medios de producción, o sea la clase dominante,
la otra es el proletariado, que sólo posee su fuerza de trabajo. La
existencia de una clase social se dará, en la visión de Marx,
cuando ésta tome conciencia de su propia situación en el sistema
productivo Clase en sí y además derive esta situación, de
explotación y dominación, como consecuencia de la existencia de
otra clase, la burguesía, que acumula riquezas y reproduce el
sistema en base a su condición de explotadora.
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